“Control” y “perspectiva” para una correcta autogestión

David Allen, el creador del método GTD de productividad personal, fue también el primero en difundir la idea de que la productividad personal necesita de un equilibro equilibrio entre dos variables: control y perspectiva. Haciendo un símil con la conducción, el control sería la capacidad de conducir el vehículo, el dominio del conjunto de habilidades que te permiten manejarlo y tenerlo “bajo control”, mientras que la perspectiva sería saber a dónde te diriges, la ruta a seguir para llegar a ese lugar y el sentido mismo del viaje, las motivaciones que lo suscitan.

La primera de las variables (control) se le llama en ocasiones organización; a la segunda (perspectiva), visión o plan a x años vista. Pero, empleemos para referirnos a ellas unos u otros términos, ambas dimensiones resultan determinantes para lo cual nos ocupa.

Sea cuál sea la dedicación o el sector al que pertenezca el interesado, será este dúo de variables el que delimitará su capacidad de avance. O lo que es lo mismo: determinarán su productividad personal y efectividad. Veamos los motivos:

 

Matriz de la autogestión (basada en la creada por David Allen y publicada en su libro “Haz que funcione”.

 

  • Cuando se carece tanto de control como de perspectiva, se tiende a vivir en un naufragio diario, un caos en el que son las circunstancias las que mandan y uno se limita a reaccionar, como buenamente puede, ante éstas.
  • Con perspectiva pero sin control, se formulan planes y se tienen visiones que después, al carecer de habilidades y las herramientas necesarias para dominar los quehaceres del día a día, no se llegan a materializar. De este modo, los planes concebidos (escribir un libro, un guión de cine, convertirse en freelance…) tienden, como los propósitos de finales de año, a convertirse en papel mojado.
  • El control sin perspectiva, por su parte, te convierte en un as de la burocracia: se domina muy bien la herramienta, pero no se sabe demasiado bien para qué emplearla, como si el medio fuese más importante que el fin para el cual se concibió. Sería cómo dedicar más tiempo a mantener el microscopio a punto que a pensar qué vale la pena observar con él.
  • Disponer tanto de control como de perspectiva, por el contrario, es lo que nos conduce a una autogestión equilibrada, la situación en la que la efectividad (la capacidad de acertar a hacer lo que se debe) resulta mucho más probable y en la que la productividad personal tiende a ir a más.

En próximos artículos se tratarán las diferentes estrategias, métodos y maneras de conseguir y mejorar el nivel tanto de control como de perspectiva.

 

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